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Hace algo así como 9 años, una moneda de 5 pesetas impactaba contra Llonch Andreu en el partido R.C.Deportivo - Rayo Vallecano en Riazor. Y a pesar de ser un hecho aislado donde las fuerzas de seguridad detuvieron al culpable (o por lo menos eso se dijo) y el resto de la grada coruñesa recriminó su actitud a esa persona, Riazor fue cerrado por la Federación Española. Algo que considero excesivo, ya que paga todo un público (25.000 personas más o menos) por el hecho de una persona.

Hechos así ocurren por desgracia demasiadas veces, y todos ellos acaban con la sanción de cerrar el campo, muchas de esas veces, la decisión de cierre es total y absolutamente acertada, caso de ambos estadios de sevilla, donde no hace mucho grupos amplios de personas provocaron actos lamentables. Por cierto, que están siendo juzgados estos días.

Pero en este país pasa algo extraño, resulta que hace unos cuantos años, un majadero en el Santiago Bernabeu le propina un serie de puñetazos en la espalda a Reina, de aquella portero del F.C.Barcelona. Sobre esa época también, en Camp Nou le abren la cabeza a Roberto Carlos con lanzamientos de objetos. Y hoy, hemos conocido la sanción para la lluvia espectacular de objetos contundentes desde la grada del Camp Nou en un F.C.Barcelona-Real Madrid del 2002, sanción que se queda en 4.000 Euros. ¿Qué es lo extraño de todo esto? Ambos estadios no han sido cerrados por la Federación Española, en su lugar multas ridículas.

Cualquier estadio español es sancionado con el cierre ante la mínima ilegalidad que pueda conllevar a ello. Hay que dar ejemplo y sancionar al equipo, hay que acabar con la violencia en el fútbol, nos dicen. Pero claro, la cosa cambia, cuando el equipo es el Real Madrid o el F.C.Barcelona. Nada es tan grave que justifique el cierre de los campos de estos dos equipos.