
¿De donde surge esta ley? Proviene del mito del Hombre lobo que en Argentina fue llamado el mito del “Lobizón”. En la Rusia de los zares existía el mito de que el séptimo hijo de una familia de 7 hijos varones, seria un hombre lobo. Así como también la séptima hija proveniente de una familia de 7 hijas mujeres seria una Vid'ma (bruja). Desde la época de Catalina La Grande, se otorgaba el padrinazgo imperial que brindaba mágica protección y un premio de reconocimiento a los niños. Tradición que luego sería arrasada por la revolución.
El mito llegó a Argentina junto con los inmigrantes provenientes de Rusia. Esta creencia estuvo tan extendida que los séptimos hijos eran abandonados, cedidos en adopción o asesinados. En 1907 nace la tradición del padrinazgo presidencial cuando Enrique Brost y Apolonia Holmann, una pareja alemana que había estado radicada en Rusia, dan a luz a su séptimo hijo varón, José Brost, el 8 de octubre de 1907 en Coronel Pringles. La pareja le pide, mediante una carta, al entonces al presidente de la República José Figueroa Alcorta que apadrinara a su hijo, estableciéndose así la tradición que se encargaría de romper el hechizo, así como también logró finalizar con el abandonos de niños.
La costumbre se convirtió en ley en 1973 durante la presidencia de Juan Domingo Perón. El decreto reglamentario también extendió el beneficio a la séptima hija mujer, que había quedado por fuera de la tradición.
Fuente: bestiarium.com.ar
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