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Pactos post-electorales, bailes de ministros, de portavoces, nombramientos, dimisiones, etc... ¿Quién dijo que las elecciones y su "boom" mediático terminó el 9-M? Nos esperan unas cuantas semanas de nombres, normas, designaciones y actos protocolarios para gloria de los vencedores... ¿y los perdedores? Afilando los cuchillos para dar la estocada en el momento preciso, justo ahí donde más daño pueda hacer aunque sea exagerado o les falte razón.

Quien lo iba decir, los acusados de romper España y regalársela a los nacionalistas han obtenido un resultado sorprendente en las llamadas "nacionalidades históricas". ¿Estos cuatro últimos años de Gobierno ZP habrán sido un riguroso y planeado plan para vencer a los nacionalistas? La derecha ha ido frontalmente al ataque contra ZP y los partidos nacionalistas, llegando a veces a dar la impresión de tener "odio" hacia determinadas regiones españolas. En cambio, la izquierda en el poder ha ido de pacto en pacto, negociando y con buenas palabras hacia los socios nacionalistas. ¿Resultado? El PSOE venció espectacularmente en Cataluña, los nacionalistas que más polémicas crearon durante los últimos cuatro años han sufrido un batacazo electoral. En Euskadi, venció por primera vez el PSOE en las tres provincias, convirtiéndose en la fuerza política con más diputados vascos en el Congreso. En Galicia, los pactos y alianzas PSOE-BNG mantienen escasamente al BNG, hacen subir al PSOE y fuerzan un amplio retroceso del PP.

En resumen, da la impresión de que así como quien no quiere y a través de las buenas palabras, pactos, negociaciones y quizás el engaño, el PSOE ha debilitado a los nacionalismos haciendo que su fuerza a nivel nacional vaya a menos. Está claro que la política de confrontación y desprecio hacia el nacionalismo hecho por la derecha, lo único que consigue es hacer más fuertes y más extremistas a los nacionalismos.