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Una adolescente canadiense fue demandada por su propia familia, luego de vender una filmadora de su madre que contenía un video porno casero.

La madre no se había dado cuenta de que la cámara había desaparecido, hasta que su novio se quejó de que el video que ambos habían protagonizado estaba circulando por todo el pueblo.La hija, de 19 años, oriunda de Peterborough, Ontario, Canadá, admitió haber tomado la filmadora del placard del cuarto de su madre, para vendérselo a un amigo por 170 dólares. Irritada, su propia madre llamó a la Policía y levantó cargos contra su hija por robo.Según declaró el abogado Robert Beninger, "mi cliente no sabía que el videocasete estaba en la cámara. Todo fue un hecho desafortunado".

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