No sirvieron explicaciones, la policía de Zimbawe estaba firme en su empeño y encarceló por un día a un grupo de actores que rodaba una película con pistolas de atrezzo, por estar en "posesión de armas ilegales".Según los testigos, a pesar de que el equipo cinematográfico explicó que las armas no eran reales, los policías se llevaron a una estación de policía a los actores para ser interrogados, y estuvieron allí durante un día.Según el diario sudafricano Beeld , los 16 actores que estaban rodando el filme Nothing to Wait For recibieron la visita de dos policías cuando filmaban una escena en una iglesia baptista de Harare.Según uno de los actores detenidos, al darse cuenta la policía de su error, acusó al equipo de retratar negativamente al país y a las fuerzas de seguridad, y confiscaron el guión.La escena que rodaban cuando fueron detenidos describía las malas condiciones en las prisiones de Zimbawe. Quizás la policía pensó que podían vivir la experiencia en escenarios reales.